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17 DE MARZO, 2023
La Sociedad Respiratoria Europea y la Sociedad Torácica Estadounidense en sus guías de práctica clínica mencionan: “Favorecemos el uso rutinario de la humidificación con un humidificador con calefacción durante la ventilación mecánica, con la posible excepción de aquellos pacientes que lo requieran solo durante algunas horas o menos”.
HUMIDIFICACION ACTIVA Y HUMIDIFICACION PASIVA
Nuestros cuerpos calientan y humedecen naturalmente el gas inspirado para que llegue a los pulmones a 37 °C, 44 mg/L (es decir, 100 % de humedad relativa) durante la respiración normal.
El sistema de transporte mucociliar es el sistema de defensa respiratoria clave para proteger a los pulmones contra patógenos (virus y bacterias) y contaminantes. Cuando una persona recibe terapia respiratoria, ya sea invasiva o no invasiva, es crucial que la humedad sea óptima para garantizar el correcto funcionamiento del sistema mucociliar y de esta manera evitar daño celular e infecciones. Existen dos tipos de humidificación hoy en día: humificación pasiva y humidificación activa. Los humidificadores pasivos se colocan a la salida del tubo endotraqueal. Su funcionamiento se basa en capturar el calor y la humedad del aire exhalado y entregarlo en la siguiente inspiración. En cambio, los humificadores activos constan de un calefactor donde se coloca una cámara de agua que a su vez se conecta a la rama inspiratoria del circuito. Utilizando humidificación activa, el gas inhalado alcanza los niveles óptimos de calor y humedad: 37ºC y humedad absoluta 44 mg H2O/L.
BENEFICIOS DE LA HUMIDIFICACIÓN ACTIVA EN ADULTOS
El uso de humidificación pasiva se ve limitado porque no logra alcanzar el calor y humedad óptima necesarias para el correcto funcionamiento del sistema mucociliar. Además, aportan resistencia y aumentan el espacio muerto (entre 50 y 80ml dependiendo del fabricante), por tanto, su eficiencia es relativa.
En cambio, la humidificación activa brinda niveles óptimos de calor y humedad, mantiene las vías respiratorias despejadas y reduce el riesgo de obstrucción artificial, disminuye el esfuerzo inspiratorio y el trabajo respiratorio (WOB), permite la reducción de PaCO2, facilita el uso de estrategias de ventilación con protección pulmonar, reduce los requisitos de soporte de presión y no aumenta el riesgo de neumonía asociada al respirador.
Asimismo, mientras que el uso de HME se ve restringido por la limitación sobre la humedad suministrada, el espacio muerto, la resistencia y el riesgo de oclusión, no hay contraindicaciones para la humidificación con calefacción, esta puede utilizarse para todos los grupos de pacientes, enfermedades y tratamientos.
INFORMACIÓN SOBRE HUMIDIFICADORES